Ante todos vosotros, el nuevo BMW M3 GTS. Se había especulado con los CSL o incluso una versión GT4 adaptada a las calles, pero finalmente el M3 más radical jamás creado se llama GTS. Este BMW se pone competencia directa con los Porsche 911 GT3 y es similar en concepción a deportivos como el Renault Mégane R26.R. Orientado al circuito, se ha puesto las pilas y ha adelgazado más de 100 kg en el gimnasio, además de ganar músculo en forma de una mayor cilindrada y 30 CV más de potencia.
Ya a primera vista adivinamos que no es un M3 cualquiera. Pintado en un pasional color naranja, el contraste con las llantas negras de 19 pulgadas es muy racing. Hay algunos elementos aerodinámicos no presentes en los M3 convencionales, un nuevo splitter delantero y un gran spoiler sobre el portón del maletero, ambos ajustables según el criterio del piloto. Los neumáticos que monta son unos Pirelli PZero Corsa de tipo semi-slick. Sus medidas son 225/35 R19 delante y 285/30 R19 en el tren trasero.
Si la dinámica de los Motorsport basados en la Serie 3 ya es excepcional, ahora será sublime puesto que BMW ha echado el resto en construir está máquina purista. Se ha trabajado mucho en el tarado de suspensiones, pero todos aquellos que deseen ajustes específicos (para ciertos circuitos) existe la posibilidad de ajustarla en compresión y rebote. Los muelles son de nueva factura y como detalle curioso están pintados en color amarillo, además de llevar impresos pequeños logotipos de BMW Motorsport.
El equipo de frenos perforados también crece en mordiente y potencia de deceleración. Los discos de freno delanteros están abrazados por seis pistones y los traseros por cuatro. Y llegamos a una de las claves de este corredor de fondo legal en las carreteras, la dieta de adelgazamiento. El BMW M3 GTS pesa "sólamente" 1.490 kg, 165 kg menos que los M3 de serie. Es ligero, pero a pesar de todo aún es 110 kg más pesado que su antecesor espiritual, el fantástico e inimitable BMW M3 CSL E46.
Dicha desventaja se contrarresta con creces, pero llegaremos a ello más adelante. No vale recurrir a un techo de fibra de carbono, puesto que ya es de serie en los M3 E92. Pues se ataca al habitáculo. Para empezar los asientos delanteros son buckets de fibra de carbono, muy ligeros. Los asientos traseros directamente no existen y en su lugar hay una jaula antivuelco homologada por la FIA. El ambiente racing está presente en todos los detalles, como los cinturones de seguridad de seis puntos.
El equipamiento de serie se limita a lo imprescindible, ni siquiera el aire acondicionado, la radio o el sistema de navegación son de serie, aunque podrían equiparse de desearlo el cliente. Las ventanillas traseras y el cristal trasero abandonan la composición de vidrio y pasan a construirse en Makrolon, un compuesto plástico desarrollado por Bayer. En cuando a la ligereza mecánica, la admisión es de fibra de carbono y la línea de escape deportiva de sonido profundo está enteramente terminada en titanio.
Se añade equipamiento, pero vemos por donde van los tiros: un extintor y un botón de desconexión rápida de los sistemas eléctricos. A estas alturas imaginaréis que el motor no está en condiciones de fábrica. Efectivamente, la cilindrada del 4.0 V8 crece en 400 cc hasta posicionarse en 4.4 litros. La potencia pasa de 420 CV a nada menos que 450 CV, aumentando el par motor hasta cerca de 500 Nm. Se transmite al tren trasero a través de la caja de cambios M-DKG Drivelogic de doble embrague y siete relaciones.
BMW aún no ha publicado datos prestacionales pero podemos esperar una mejora sustancial con respecto al M3 estándar, quizá algo menos de 4 segundos para el 0 a 100 km/h. Se pondrá a la venta en Alemania por 115.000€ (IVA incluido) y se habla de que se producirá en números limitados. En el resto de Europa tendremos que esperar al verano de 2010 y a recibir las tarifas de precios nacionales. De momento disfrutad de las imágenes (aún en baja resolución) y del vídeo que van a continuación.
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