450 caballos extraídos de 3,8 litros son su carta de presentación, aunque la inyección directa y el cambio DSG no tienen lugar aquí. Resulta curioso lo de los inyectores, pues Porsche ya ha utilizado esta tecnología en competición de manera satisfactoria (RS Spyder) pero parece que por el momento no la quiere incluir en sus coches de carreras para comercializar.
La transmisión se deja a cargo de una caja de seis velocidades "optimizada" con desarrollos muy cerrados y cortos, lo cual penaliza ligeramente la velocidad punta a cambio de ofrecer aceleraciones capaces de deformarte la cara.
Además, por primera vez en un GT3 RS, se ofrece PASM, o lo que es lo mismo, un sistema de amortiguación pilotado, que probablemente, en las unidades que se destinen a circuito desaparecerá nada más llegar al taller para cambiarlo por unos amortiguadores convencionales de competición.
Las llantas delanteras y traseras son de 19 pulgadas, con gomas 245/35 delante y 325/30 detrás, mientras que el ancho de vía de ambos ejes crece respecto al GT3 convencional, para dar un paso de curva más plano al coche.
Otra de las novedades curiosas es el uso de una batería de iones de litio en lugar de la de ácido de toda la vida, con lo que se ahorran unos 10 kilogramos. El escape en aleación de titanio es otro de los responsables de mantener a raya el peso total de este nueveonce. Al mismo tiempo, la aerodinámica recibe elementos específicos en fibra de carbono, como el enorme alerón posterior regulable.
Por 122.400€, impuestos a parte, puedes hacerte con la más moderna creación carreras-cliente de Porsche, tal vez el último 911 salido de Stuttgart antes de que el gran paraguas de VW se coloque sobre su tejado.
Fuente:www.autoblog.com
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