
En concreto, hace unos años el modelo tenía una cuota del mercado del 16% y actualmente apenas supera el 10%. La razón por la cual se explica este descenso es que los clientes se lo piensan dos veces a la hora de comprar esta exitosa pick-up, puesto que podrían ser confundidos con miembros de los cárteles de la droga: es uno de los vehículos preferidos de los narcotraficantes.

El hecho de atribuir el descenso de ventas a esta causa resulta ciertamente arriesgado, tanto que el propio López se ha apresurado a puntuar que no sólo la Ford F-150 ha perdido parte de sus ventas, sino que también los modelos de otras marcas se han visto perjudicados por esta mala imagen que el narcotráfico está causando sobre unos vehículos tradicionalmente utilizados para trabajo y ocio.
Fuente: www.diariomotor.com