James Muir busca dar un cambio a la estrategia de Seat
Publicado: 19 Sep 2009 09:35

El fabricante de coches, filial del grupo Volkswagen (VW), ha experimentado varios giros de volante en los últimos diez años, en los que ha tenido cuatro presidentes, Bernd Pischetsrieder, Andreas Schleef, Erich Schmitt y ahora Muir, el primero no alemán de la década.
El nuevo primer ejecutivo, que se ha incorporado al grupo en plena recesión económica y procedente de la cúpula de Mazda, ha trasmitido a los sindicatos en reuniones informales que el principal problema de Seat es que no tiene imagen de marca y que depende excesivamente de España y del Ibiza, el coche superventas del grupo.
El directivo quiere reenfocar toda la estrategia comercial y de producto de Seat para que sea de nuevo, como hace unos años, una firma completamente deportiva y joven.
Esta idea ya la implementó Pischetsrieder, que cuando abandonó la presidencia de Seat para dirigir VW organizó el consorcio de Wolfsburg en dos grupos de marcas, una primera a la que pertenecían Volkswagen, Skoda, Bentley y Bugatti, y una de orientación deportiva formada por Audi, Seat y Lamborghini. Cuando Martin Winterkorn le sucedió, Seat dejó de pertenecer al grupo de Audi.
‘Zoom Zoom’
Muir quiere que Seat vuelva a posicionarse como una marca deportiva. El directivo ya puso en marcha la estrategia Zoom Zoom para dar una imagen deportiva a Mazda. De esta forma, completaría la oferta de marcas de VW, ya que Audi, VW y Skoda son firmas menos pasionales y más racionales y funcionales.
Muir ha puesto en cuestión la estrategia de producto iniciada por su predecesor, Schmitt. De todos los modelos de la marca, sólo encaja en su enfoque el Seat Ibiza.
Al directivo no le gusta el Altea y el Toledo –este coche va a dejar de producirse este año– y todavía menos el monovolumen Alhambra, que se fabrica en Portugal junto con su hermano gemelo, el modelo Sharan de VW.
Para Muir, el Exeo tampoco encaja con la imagen que quiere dar a la marca. De momento, el ejecutivo mantendrá los lanzamientos previstos hasta 2013, a excepción del proyecto del 4x4, que queda congelado. En 2010, no saldrá al mercado ningún coche nuevo y, para 2011, se espera una nueva versión del Ibiza, que podría ser un todoterreno deportivo. La prioridad es lograr uno o dos modelos que den mucho volumen, como el Ibiza, pero con la nueva imagen.
El primer reto, según ha transmitido a los empleados, será lanzar un futuro León con un diseño que represente la nueva cara de Seat y capaz de ser un éxito de ventas. Muir no quiere más modelos sino que los actuales ofrezcan más versiones y variantes. Como explica un dirigente sindical, Seat debería tener “una sola plataforma y muchos sombreros”. Para los segmentos de nicho, apuesta por cooperar con VW para desarrollar conjuntamente los coches.
Fábrica llena
El nuevo presidente de Seat cree que, si funciona esta estrategia de apostar por el Ibiza y el León y sus variantes, la fábrica de Martorell, que se encuentra a medio gas, incrementará su producción. Para ello, también cuenta con la asignación de la producción del Audi Q3 a Martorell.
La producción prevista para la factoría catalana este año se sitúa en 289.010 coches, de los que 14.827 corresponderán al Ibiza antiguo y 147.069 unidades, al nuevo Ibiza. De las líneas de montaje, saldrán 64.596 unidades del León, y 26.338 vehículos del Exeo. Con Muir, atrás queda la estrategia de Schmitt de convertir Martorell en una planta que producirá 800.000 coches en 2013.
Fuente:www.expansion.com