
Especialmente adaptado para la práctica del drag racing, incorpora modificaciones mecánicas muy importantes bajo su capó. La primera es la sustitución del motor original – de apenas 60 CV - por un 1.9 de gasolina desarrollado por AME Racing. Con culata de 16 válvulas, refuerzos por todas partes y un gigantesco turbocompresor Garrett GT40R desarrolla una potencia máxima de 1.032 CV. Esta caudal de caballería se adorna con 950 Nm de par máximo y un corte de inyección fijado en 9.400 rpm.

De momento pinta bien, pero es que también lleva 13 inyectores, un intercooler desarrollado específicamente para el coche, y un sistema de tracción total permanente cuyo origen es un Audi TT, acoplado a una caja de cambios manual de seis relaciones. Con un peso en orden de marcha de 920 kg, no es de extrañar que el coche vuele. Acelera de 0 a 100 km/h en 2.3 segundos – más rápido que un Bugatti Veyron – y su velocidad máxima la ha estimado el preparador alemán en unos 300 km/h.
Este utilitario de hace treinta años se permite ridiculizar a muchos superdeportivos y a otros vehículos de drag racing con tiempos de 9.15 segundos en el cuarto de milla, pasando por meta a 257 km/h. A continuación disponéis de un vídeo de este utilitario radical.
Fuente:www.diariomotor.com